por Juan Carlos Maimone
Reconozco que a veces es desgastante andar explicandole a muchos para que te entienda alguno. No obstante, hay que insistir, habida cuenta de que para que pueda surgir lo posible, hay que intentar lo imposible…
Y esto tiene mucho que ver con lo que está ocurriendo por estos días en la economía norteamericana; por algunos mal entendida, sobre todo para la gran mayoría con informaciones tendenciosas, que en esto de manipular a la opinión pública, ha ido ganando terreno para instalarse en la confianza ya ser algo cotidiano.
Comencemos por clarificar que los Estados Unidos no está quebrado económicamente, ni mucho menos. Ocurre sí, que en materia de política o politiquerías, existen dos tendencias: La que imagina quimeras y la que las cree o utiliza en su mejor interés.
La lucha partidista entre Demócratas y Republicanos - hoy con concurrentes más obstinados o férreos que en otras épocas - ha propuesto un debate, en el que se utilizan indiscriminadamente estandartes muy fuertes, demasiado diría, para las necesidades imperantes.
La realidad indica que el país recauda anualmente más de 2 billones de dólares (entendiendo que son 2 mil millones y no dos millones de millones) en concepto de rentas, pudiendo duplicar fácilmente esa cifra en concepto de préstamos a muy bajos intereses. Más allá – y en lo que al sector privado se refiere – General Electric y Apple por ejemplo, han ahorrado 2 mil millones en el país y más de mil en el extranjero.
La deuda final de los Estados Unidos, es hoy de alrededor de 14 mil millones, aunque valga aclarar, que más de 6 mil millones se lo debe a sí mismo. No obstante, durante muchos años, no se han utilizado las reservas ni los recursos del gobierno, por lo que los números subieron considerablemente.
A quién y cuánto debe los Estados Unidos…?. En total son unos 4.4 mil millones, deuda que se ha mantenido constante y sin cambios en la última década. Pero cuando se toma en cuenta y consideración las inversiones o participación que poseen entre el gobierno y el sector privado en el mundo, esa deuda se diluye a menos de 2.5 mil millones.
Hoy, una fracción política del país, ha decidido que no se pueden seguir despilfarrando las riquezas para pagar por programas populistas tendientes a capitalizar votos, algo que se refleja en la preferencia de los norteamericanos.
No obstante estos líderes políticos – que en realidad han reducido los impuestos personales y corporativos - hay creado políticas y lagunas legales, que permiten a grandes empresas ahorrar mucho dinero y parte de este dinero, está fuera del país.
Mientras el Presidente Obama y la Mayoría del Congreso se debaten en teorías que asustan al norteamericano promedio, en los oscuros sótanos de la reserva federal en Wall Street, descansan 7.000 toneladas de oro (que a un valor actual de 1,632 la onza) totalizan los 350.000 mil millones del respaldo económico del país, tan sólo en ese metal, la más grande de la historia del planeta…
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