Wednesday, September 22, 2010

CALENTAMIENTO GLOBAL


Una Mentira de Alta Temperatura..?
por Juan Carlos Maimone 



Ya somos más que demasiados los que pensamos en que esto del 
Calentamiento Global no ha sido más que una farsa, 
llevada adelante por aquellos que se consideran indiscutibles, 
aprovechando la enorme oportunidad que el tema ofrece 
para la colecta masiva de fondos...

 

Desde hace mucho tiempo, me he dedicado a estudiar detenidamente, la noticia que ha puesto al mundo en estado de emergencia: El Calentamiento Global, al que algunos avanzados ya lo llaman el "Climagate".

Nosotros - a diferencia de muchos colegas - tratamos de ilustrarnos antes de escribir, de internarnos en la noticia, de navegar en ella, investigarla; enterarnos detenidamente de que se trata, cuando tranquilamente, podríamos integrarnos a este “copia y pega” que ha invadido inmisericorde al periodismo para sumarnos a la prosaica marabunta, hoy mayoría.

No es ni será nuestro estilo ni nuestra conducta. Porque desde el día cero que marcó nuestra aparición, decidimos ser, no existir; consecuentes con las ideas de quienes nos leen o nos escuchan y porque no, respetuosos de nosotros mismos y nuestros principios.

Hoy, después de desandar la crónica durante meses y ante el llamado de atención que para mí significó el salto protagonizado por Al Gore de político fracasado a científico; es que me puedo sumar a los muchos que piensan que esto del “calentamiento global” no ha sido más que una conspiración de aquellos que se consideran “indiscutibles” y a la enorme oportunidad que el tema ofrece para la colecta masiva de fondos.

La trama real, fue por fin destapada hace días por un grupo de hackers que subió a la Internet miles de correos electrónicos que durante diez años estuvieron intercambiando investigadores del “prestigioso” Centro de Investigación del Clima de la Universidad de East Anglia, en Gran Bretaña, de los que destaco uno en particular y que transcribo: "Acabo de completar el truco de Mike (Mann) en Nature, de añadir la temperatura real a cada una de las series para los últimos 20 años (de 1981 en adelante) y desde 1961 para las de Keith para ocultar el descenso…". Esto fue lo que escribió Phil Jones, director del centro, el 16 de noviembre de 1999.

Ocultar el descenso naturalmente se refiere a eliminar datos que no coincidan con los gráficos del calentamiento; por lo que Jones debió renunciar esta semana y enfrentará una investigación (La ONU incluida), según un comunicado de la universidad, que resalta que el 95% de sus datos ya son públicos además de mentirosos.

Los escépticos y negacionistas de que el cambio climático esté causado por la actividad humana han difundido esos correos de prácticas dudosas.

Gabriel Calzada, Presidente del Instituto Juan de Mariana, profesor de la Universidad Rey Juan Carlos y probablemente uno de los científicos más conocidos por sus postulados contra el Tratado de Kyoto, afirma: "Es un caso claro de corrupción científica. Se ha engañado a la opinión pública, lo cual no implica que haya o no calentamiento o que algún científico serio pueda tener razón. Pero sí, se cae  hoy, la versión más alarmista del cambio climático…".

Hay científicos que han pedido cambios sustanciales tras el "Climagate" como por ejemplo Eduardo Zorita, palen-climatólogo del Instituto de Investigación Costera de Geesthacht (Alemania), quien denuncia en su página web, que los científicos de referencia, deberían ser excluidos del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC), "porque las evaluaciones en las que participan ya no son creíbles…".

El caso ha llegado tan lejos, que sobrevuela la cumbre del clima de Copenhague. Si lo del calentamiento es falso, para qué el mundo se va a gastar miles de millones en cambiar todo el sistema energético tratando de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, cuando el hambre y las enfermedades se están devorando por ejemplo a Africa sin que nadie haga algo…?

¿Cómo queda el IPCC, grupo creado por la ONU para actualizar el estado de la ciencia sobre el cambio climático ante la opinión pública…?.

Se sabe que en él colaboran más de 2.000 científicos (?) y lo que les da más autoridad, es que los gobiernos aprueban sus informes, habida cuenta de que ante el desconocimiento de muchos políticos sobre el tema, se toma su información como referencia obligada. 




¿Se acuerdan del entomólogo Paul Ehrlich, de la Universidad de Standford, que decía que para antes del 2000 iban a morir de hambre 65 millones de estadounidenses, que Gran Bretaña no existiría sino aplicaba controles de natalidad y que el 20% de la población mundial iba a desaparecer por la gripe aviar...?.

Hasta el día de hoy, este señor sigue recibiendo premios por sus trabajos aunque nada de lo predicho ha ocurrido. En otras palabras, la ciencia ha venido a reemplazar a la religión en su alianza con el estado para engañar a la gente, sobre todo con algunas cuestiones básicas como usar el término “cambio climático” aunque obviamente el clima cambia, pero así suena grave y eso es lo que sirve.

En realidad, este grupo de supuestos científicos, no son tantos; es más, yo me preguntaría quien se ocupó alguna vez de estudiar sus currículos, para determinar si están en capacidad de ser mencionados como tales…?. Las pruebas demostrarían que la gran mayoría son movilizados por otros pocos que, en su desmedida ambición por conseguir cada vez más fondos, le regalan el título a algunos del que hacen gala sin merecerlo.

Lo que sí es irrefutable por tener carácter de vigencia absoluta, es que se gastaron (y pretenden seguir gastando) miles y miles de millones de dólares, donde muchos hicieron su negocio, mientras analizan la siguiente mentira de la que seguir viviendo.
 

Como es natural, no sólo un grupo de seudos científicos sacó y saca provecho de esta coyuntura; están los grupos disidentes de todo, quienes perfectamente organizados salen a tomar posturas, en la que si pueden involucrar o culpar a los Estados Unidos, mucho mejor. Unas pocas docenas de inadaptados que con una buena estantería mediática, convocan a miles de inútiles y a la calle.

Quién los confronta…?. Nadie. Los que podrían hacerlo, conforman mayorías abrumadoras; la clase silente, los trabajadores de verdad, los estudiantes reales y como es natural, ninguno de estos tiene la voluntad o el tiempo matemático para participar de los desmanes.

Una de las peores cosas, es como han dañado ellos mismos el criterio científico. Siempre se tienen que aceptar y comprobar teorías alternativas que expliquen un suceso. Pero esta gente se creyó dueña de la verdad absoluta y cualquiera que no se encuentre convencido en lo más mínimo de los datos, es tachada inmediatamente de hereje. No importa la presunción alternativa que explique, siempre se utiliza alguna falacia lógica en contra de la persona y no de sus argumentos.

Es triste pensar que los intereses económicos condicionan a la ciencia y la prostituyen como a cualquier actividad humana de nuestros tiempos, pero nosotros tenemos el deber de decirlo: El cientificismo dogmático es, paradójicamente, la anticiencia por definición, no la Fe, como diría cualquiera de estos denominados incuestionables...

Pero fuera del campo estadístico y la numerología escrita por pocos y entendida por algunos, allí donde la existencia cierta y efectiva de las cosas se conoce como realidad tangible y cotidiana, qué ocurre…?.

Muy poco o nada diría… Es muy cierto que hay tsunamis, inundaciones, sequías, huracanes y otros fenómenos irrefutables; pero cuidado, siempre existieron. Pero cómo nos hubiéramos enterado sin el impacto mediático de la Internet en las comunicaciones de las vicisitudes meteorológicas del ejército alemán en la invasión a Rusia o de las inclemencias de los huracanes en el Caribe…?. Imposible…

Mientras tanto; en Haití no hay más madera que talar, en Brasil se sigue desmontando la reserva selvática del planeta, en el Distrito Federal mejicano no se puede respirar y en las autopistas de Miami todas las mañanas miles y miles de automóviles amontonados despiden toneladas de gases sin que a nadie le importe un bledo analizando el impacto ambiental.

Comencemos de una vez por el principio que lo tenemos allí, delante de nuestros ojos y es un presente inapelable, entonces trabajemos en la justa medida con lo que ocurrirá dentro de 500 años, que si bien nos compete, no lo podremos solucionar hoy si no conocemos el abecedario…

“El calentamiento global mismo será revelado finalmente como una estafa, realizada por unos activistas que circulan por Washington en sus Mercedes, consumiendo la energía que supuestamente ocasiona el calentamiento global..." (Richard Lindzen, 69, profesor de meteorología del Instituto Tecnológico de Massachussets).  

Referencia bilingüe en: http://video.google.com/videoplay?docid=-424859622073138055#

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