En una muestra inequívoca de que la Justicia educa y la Impunidad también, la tristemente célebre Hebe de Bonafini y su no menos despreciable cómplice Sergio Shocklender, se devoran los fondos destinados a viviendas para los carenciados...
Alguna vez, frente a las cámaras de una de las cadenas de televisión más poderosas del mundo, me tocó emitir mi punto de vista sobre las Madres de Plaza de Mayo y no pude menos que decir, que me avergonzaba pensando en mi sentido origen…
Entonces no fueron pocos los que me llamaron la atención y unos cuantos no dudaron en tildarme de “gorila” o “facho”, términos generalmente utilizados en Argentina por fracasados o fáciles de neuronas y que en el tiempo, le endilgaron la culpa de sus fracasos (o inoperancia) al sistema de gobierno o a los que humildemente logramos algo que ellos nunca pudieron.
Además aseguré, que la Hebe de Bonafini, desplegaba como suyos, apelativos demasiado magnos para su imagen y conducta, como Madre Y Plaza de Mayo.
A unos cuantos años de aquel episodio, los hechos y dichos han comenzado lentamente no sólo a darme la razón; si no que además, refuerzan de forma inapelable mi opinión de entonces sobre este caricaturesco personaje.
Porque que una anciana se alegre de pérdidas irreparables, que una progenitora congratule a aquellos que causan destrucción masiva de la familia – como ella – desde la ocultación criminal de la identidad, no hacen otra cosa que poner en duda la enorme ternura que la palabra madre abarca.
Hoy, un escándalo de consecuencias impredecibles, vuelve a poner el apellido de su avergonzado ex-esposo en los medios, producto de un escándalo financiero en medio de graves denuncias de irregularidades con fondos de la Secretaría de Obras Públicas destinados a las viviendas que construyen las Madres (?).
La respuesta de esta señora ante la requisitoria de los medios fue “No voy a hablar de puteríos…” me eximiría de mayores comentarios, ya que expone de manera fiel, su intelecto y educación. Sin embargo; ante el silencio cómplice de la administración kirchnerista y consecuentes con nuestros principios, nos sumamos a las denuncias de hoy y de siempre, con el único afán de desenmascarar de una vez por todas a esta impostora y su larga lista de secuaces.
Es más que evidente, que para que estos hechos hayan llegado a tomar estado público, es porque desde el punto de vista legal, para algunos se tornó insostenible y en un país donde reina y educa la impunidad, la corrupción o una combinación de ambas, hay un momento en que ante la inminencia de la tormenta, los responsables más livianos (o cobardes) tratan de salvarse.
La primer pregunta que me viene a la mente, es: Qué tienen que ver las madres de seudos desaparecidos con la administración de fondos para viviendas…? Como es natural, en una geografía medianamente normal o coherente y donde la justicia opera, la respuesta sería la sonrisa que epiloga cualquier broma, pero en Argentina no. No hay objeciones ni impugnaciones y finalmente, como el Maletín de Wilson, la Soberanía de los Cielos y los Fondos de Santa Cruz, se irán diluyendo en la misma medida que se les arroje el conveniente manto del olvido o aparezcan otros hechos que por carácter de gravedad, oculten parcial o definitivamente los anteriores.
En este nuevo entuerto que sacude una vez más a la desgastada opinión pública del país del Sur, aparece junto al personaje de pañuelo blanco, otro no menos tristemente célebre protagonista. Alguien que estudió abogacía en la cárcel, mientras era juzgado con su hermano, por el asesinato a sangre fría de sus propios padres: Sergio Schocklender…
Esta sociedad supuestamente filantrópica y que fue bautizada como Sueños Compartidos, estaba a cargo de la construcción de 5.609 viviendas en todo el país, que según datos de las Madres, trabajan en 1129 en el conurbano bonaerense, 1022 en el Chaco, 300 en Santiago del Estero, 250 en Santa Fe, 174 en Misiones y 124 en Río Negro, además de 19 centros de salud.
Sergio Schoklender era su principal ejecutor y quien lejos de permanecer detrás de un escritorio, se encargaba de exigir la llegada de los fondos públicos, negociaba con proveedores y resolvía en persona los conflictos con los obreros. Siempre con mano dura, lo que le valió denuncias de varios sectores y duros cuestionamientos de otros dirigentes sociales.
La trama del escándalo comenzó cuando se supo que existía una seria malversación de los fondos provistos por el gobierno, circunstancia que aprovechó otro “ilustre” como Moyano, para no dudar en utilizar la partida como elemento desestabilizador y de presión.
Esa infidencia llegó a oídos de la Presidenta, lo cual desató el nerviosismo y la furia oficial.
Cabe destacar, que entre el Gobierno y Moyano crece una guerra encubierta, donde el titular de la CGT sospecha de que el Gobierno está detrás de la causa judicial suiza, en la que se lo investiga por la mafia de los medicamentos.
Lo único que se ha podido saber desde el entorno oficial - como siempre muy poco creíble - es que el presupuesto nada más que para la ciudad de Buenos Aires, supera los 75 millones de pesos…
La aparición de empresas virtuales, la sobre-facturación y la desaparición de fondos – todos elementos ultra conocidos en Argentina – son tema de alta temperatura para la “Quiero Ser Evita” Cristina Kirchner, que para colmo, le llega en un momento donde existe una caprichosa pretensión de lavar su imagen de frente a las próximas elecciones.
Otro escándalo de enormes dimensiones y que involucra siempre a los mismos personajes, señal inequívoca de que un país donde opera y educa la impunidad, difícilmente puedan darse otros resultados…
Te voy a pedir Cristina, no aceptes postulación, no te olvides que hay prisión y evita Cristina, Evita...
No sé comolegué a tu blog Me ha encantado el estilo directo de escribir que tenés.Veni te invito a estar con nosotros.. en esta maravilla que es....SER BLOGGER
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