Thursday, May 19, 2011

IRENA SENDLER...



En uno de los tantos correos recibidos, apareció este, que transcribo… Un mensaje que provoca  una rara mezcla de impotencia y estupor. Impotencia por no haber sabido de ella antes, estupor atemperado, en la medida que desde hace años, aprendimos que los premios importantes tienen a los grandes crápulas  como destinatarios. Sin embargo, decidimos publicar esta misiva, que debe ser conocida como un postrer reconocimiento para quien no dudó el exponer su vida, para salvar otras…
                                                                                                        Juan Carlos Maimone


La señora llamada Irena Sendler de 98 años, acaba de fallecer…

Durante la 2da. Guerra Mundial y mientras ocurría la ocupación alemana, Irena se las ingenió para conseguir un permiso y comenzó a desempeñarse como especialista de alcantarillado y tuberías en el Ghetto de Varsovia. Aunque definitivamente, sus planes iban más allá de aquella ocupación... Conocía de memoria las técnicas nazis para con los judíos (sobre todo, siendo alemana).

Escondidos en el fondo de su caja de herramientas Irena comenzó a pasar niños hacia la libertad. Además, llevaba un saco de arpillera en la parte de atrás de su camioneta para aquellos de mayor tamaño. También transportaba un perro en la parte trasera de su vehículo, al que entrenó para ladrar a los soldados nazis que pretendían revisarla cada vez que entraba o salía del Ghetto.

Como era natural, los soldados no querían saber nada de aquel perro y sus ladridos servían además para amortiguar los ruidos de los niños.

A través de esta titánica tarea, consiguió sacar de allí y salvar la vida de más de 2500 niños, hasta que los nazis la descubrieron  y le rompieron ambas piernas, los brazos y le pegaron brutalmente.

A pesar de todo; Irena logró mantener un registro con los nombres de todos los niños que alcanzó a liberar y lo guardaba en un tarro de cristal enterrado bajo un árbol en su jardín.

Después de la guerra, intentó localizar a los padres que pudieran haber sobrevivido y reunir a la familia. La gran mayoría habían sido llevados a la cámara de gas. Sin embargo, aquellos niños a los que ayudó, llegaron a encontrar almas piadosas que los acogieron en sus casas o simplemente fueron adoptados.

El año pasado Irena fue propuesta para recibir el Premio Nobel de la Paz, pero no fue seleccionada. Se lo llevó Al Gore con un cerro de embustes sobre el Calentamiento Global y en el 2009, Barak Obama tal vez por sus buenas intenciones o simplemente por representar a una raza además de minoritaria, mediática.

Para nosotros, Irena Sendler  es nuestro Premio Nobel, incuestionablemente por la fama que este galardón confiere, más allá del inapelable descrédito que ya lleva a cuestas…


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