50 años de una Traición…Por Juan Carlos Maimone
De repente, el único consuelo que se me ocurre, fue el encontrar una enorme cantidad de público rodeando el imponente monumento dedicado a los pilotos caídos en Playa Girón…
No hubo distinción de edades; allí, mezclados con los cada vez menos sobrevivientes de aquella patriótica odisea, se veían jóvenes adolecentes, niños y hasta criaturas en brazos de sus padres, muchos de ellos integrantes de una nueva generación de los recordados héroes.
Se cumplían 50 años de la inmortalizada invasión por muchos recordada como de Bahía Cochinos, 50 años de una gesta sin parangón histórico escrita por los más nobles seres humanos que conoció el cielo caribeño. Sin embargo; una vez en el aire, una vez en las playas y cada vez más cerca de la ansiada libertad, John F. Kennedy, el Presidente más festejado por los intereses foráneos y la prensa internacional, les retiro el apoyo.
Un soporte prometido, planificado y que estaba allí, a kilómetros de distancia, inaugurando una de la más escandalosas traiciones del siglo…
Hubo excepciones, es cierto; hombres de la Central de Inteligencia y de la Fuerza Aérea norteamericana, que ya en el teatro de operaciones y conociendo la suerte que correrían aquellos hombres librados a su suerte, se negaron a cumplir con la siniestra orden de retiro y pagaron con sus propias vidas el error de su Comandante en Jefe, aunque con su sacrificio, entraron definitivamente en el terreno de la inmortalidad y el corazón de todos los bien nacidos del mundo.
Cada vez quedan menos, me dije; pero me reconfortó el compromiso enorme, casi sublime de aquellos hombres de ya avanzada edad, sus descendientes y muchos jóvenes, que juraron ante aquel monumento que lleva los nombres de 14 mártires, luchar por la libertad de Cuba…
