GUANTANAMO

Y el silencio de los liberales… por Juan Carlos Maimone

Como una suerte de súplica – y porque no, en los lloriqueos -  en los que se basó la propaganda demócrata contra el ex-presidente Bush, fue el centro de reclusión de la base de Guantánamo… Que este era ilegal y en la misma medida presumía un agravio para los principios norteamericanos, fue el estandarte utilizado entonces por los más versados liberales.

El entonces Presidente, reconocido por el silencio para defender sus decisiones o las de su administración y con la mayoría de los medios de comunicación en su contra, perdió la batalla con el candidato más mediático de la historia política norteamericana.

Sin embargo; a casi dos años de la presidencia de Barak Hussein Obama, Guantánamo sigue siendo un centro de detención de terroristas más allá de las promesas del hoy ocupante de la Casa Blanca, de sus críticas como laureado jurista de Harvard y de su responsabilidad ante las demandas del ala más izquierdista de su propio partido.

 

Recuerdo que a los 30 días de haber asumido la Presidencia el hombre de color y ya en curso el desconcierto por algunas de sus decisiones; no dude en decir que no había transcurrido un tiempo prudencial para juzgar al mandatario. No obstante – y ante la mirada atónita de mis interlocutores – predije que lentamente veríamos la “Bushificación” de Obama en el orden internacional.

 Desde que la campaña anti-Bush quedó atrás y dejó de ser conveniente hablar todos los días de temas con los que el actual Presidente entonces se llenó la boca, Guantánamo ha producido un sugestivo fenómeno en la opinión pública norteamericana y hoy, más del 60% de los estadounidenses sostiene que el centro debe seguir funcionando y los argumentos entonces sólo esbozados por George W. Bush, no han hecho otra cosa que darle la razón.

Pero haciendo un poco de historia; cuando se instauró el mentado centro de reclusión en la base cubana para alojar a los terroristas, se justificó por dos motivos: Primero, no se les podía aplicar el código militar porque no eran militares y por otra parte, sería un flagrante insulto para los hombres de uniforme proponer un paralelo. Segundo, porque las pruebas con que se disponía y aún se dispone, tienen su origen en la inteligencia y de hacerse públicas pueden poner en peligro no sólo a las fuentes de información, si no que además, a un gran número de vidas. Allí es que se produce el nuevo marco legal que institucionaliza tribunales civiles, pero que desde el ámbito castrense clasifica a los reclusos

Desde entonces, Obama se comprometió en desmontar la marquesina tendiente a normalizar la situación de esta gente (?), pero nunca lo ha hecho, porque aunque no lo diga, muy en su intimidad sabe que Bush tenía razón. Es más, está horrorizado con la simple idea de asumir la responsabilidad de liberar a estos terroristas que se sabe de antemano, van a reincorporarse a la vida criminal.

Estos datos han sido producidos en el día a día por mismo John Brennan, asesor del presidente Obama en materia de contraterrorismo. En el documento escrito con copia al Congreso y recibido a principios de febrero, el experto reconoce que el 20% de los liberados de Guantánamo había vuelto al terrorismo armado.

 

En fechas más recientes, se ha podido comprobar que el últimamente designado como Jefe Militar de Al Qaeda en Yemen Abdul Qayuum Zakir y el Jefe Político de esta organización criminal Mullah Akhtar Mohammad Mansoor, venían directamente de ser liberados de Guantánamo. Es decir; la CIA ya sabía de la peligrosidad de estos elementos, pero ante las presiones políticas del ala liberal…

Claro está, que la lista no termina allí, pero sería odioso enumerarlos, como el caso de Abdul Hafiz, supuesto asesino del oficial de la Cruz Roja Ricardo Munguía, quien tras ser liberado se reincorporó a las milicias y ha pasado, en esta última remodelación, a ocupar un puesto de su dirección.

Curiosamente, el simple hecho de haber estado recluido en la base caribeña, les ha facilitado a estos facinerosos sus carreras en el ámbito del terrorismo internacional, hecho de que por reiterado, tiene carácter de absoluta vigencia en el Islám.  De Guantánamo no sólo se vuelve limpio, sano y bien alimentado, sino que además, presupone todo un mérito para la carrera de un terrorista.

No es menester aclarar el porqué del silencio de  la prensa y del ala liberal del partido Demócrata: No es fácil asumir las culpas y mucho menos asumir hoy, la liviandad con la que se subieron a un exitismo apresurado del que le tendrán que responder a su pueblo y la historia…