Wednesday, September 22, 2010

POSTALES MUNDIALISTAS...



                                                                                       por Juan Carlos Maimone


Desde cualquier ángulo, es sumamente difícil de explicar el fenómeno social que produce cada 4 años el Campeonato Mundial de fútbol y que para sorpresa de muchos, se ha contagiado de manera irreversible aquí en los Estados Unidos. Tal vez, utilizando la simplificación, de manera similar a la mayoría de aquellos países donde el fútbol es el deporte más popular y donde la nacionalidad (o el nacionalismo) alcanza parámetros realmente impensados, obnubilando a muchos o encegueciendo a todos.

De allí que las alegrías, las penas o las carencias de un país, pasan decididamente a depender de 11 jugadores, sitial donde recientemente, se incluyó a los técnicos. Desde aquí entonces, imagino la presión que significa durante este lapso, ser integrante de una selección. Sin embargo y dentro de este contexto, nada más sorprendente que lo que presenciamos o sufrimos en los medios de comunicación hispanos…

Aunque en este país ya nada me sorprende, fue ridículo ver la cantidad de nuevas estrellas periodísticas que aparecieron como por arte de magia (no de otra cosa) en nombre del seductor balompié que todo lo puede.

Para comenzar y para sorpresa de aquellos hispanos que adquirieron miles de “plasmas” para el evento, se encontraron que la famosa televisión color, desde hace tiempo y en materia de fútbol (palabra grave con acento en la ú), transmite sólo en tricolor.

Una especie de tsunami mundialista donde la pantalla es inundada por publicidades monopolizada por los jugadores de la selección mejicana que patean un penal y te venden una máquina de afeitar o hacen un gol mientras te recomiendan una bebida; conductores de tv que cambian sus elegantes trajes por camisetas de la selección (aunque sean de otra nacionalidad como Fernando Fiore en la publicidad de AT&T) o las hermosas presentadoras con uniformes de los países representantes (aunque todas sean del mismo origen) en una suerte de fiebre que en la misma medida, se expandió y se multiplicó.


Así es como de manera improvisada han viajado cientos de personajes en esto de cubrir Sudáfrica 2010, para brindarnos durante todo el día, repetitivos informes de cómo es la vida en Pretoria, Johannesburgo o la ruidosa nota de las vuvuzelas; proponiendo como es natural, la desaparición absoluta de los grandes profesionales que, coherentes a toda una trayectoria, alguna vez nos brindaron su excelencia periodística.

Es de imaginar que en esta melange insulsa que se debate entre la ridiculez y lo estúpido, debe haber ido una gran cantidad y calidad de expertos en esto del balompié y que de repente, no se dejaron llevar por la marea de mediocridad. Pero también estuvieron los otros, lo que solamente querían ir al mundial, como sea y hacia allí partieron a realizar sus programas. Pero en qué condiciones…? Cualquiera, eso no importa…
 
En este rubro tenemos algunos bizarros ejemplos: Noteros en el medio de la nada - podían estar en un valle de Idaho o en Tamaulipas y no darnos cuenta- u otros como el Gordo de Molina que hubo de viajar Sudáfrica para desde sus calles, hablar de la muerte del hijo de un grupero mejicano o del tamaño de los elefantes. Interferencias, pérdidas de ritmo constantes por parte de quienes no conocen el “lag” del satélite, palabras que se pierden en una maraña de ruidos y gente que ni sabe cuántos jugadores tiene un equipo de fútbol, pero todos en Sudáfrica… 





Sin embargo; nada comparado con las transmisiones de los juegos en sí, convertidas para siempre en abanderadas inapelables de la improvisación a bajo costo. Los relatores de siempre con sus complejos y limitaciones a cuestas, utilizando léxicos no aptos ni en el palacio de los barbarismos.
 
El “Pues Sí” Chilavert convertido en comentarista de televisión (?), criticando lo que sabe Maradona de fútbol (en Univisión) o el “Pibe” Valderrama, que habla menos que una momia, describiendo una jugada de un jugador que no sabe pronunciar su nombre o Javier Castrilli , el árbitro más odiado de Sudamérica (echado de la AFA por conflictivo) transmutado en crítico (en Fútbol de Primera)… 

¡No muchachos! Con el constante aporte de marcas y sponsors que inundaron sus espacios y tandas; es mucho pedir procurar los elementos humanos acordes y poder emitir en condiciones algo más dignas…?

En este contexto “bipolar” en la que por un tiempo todo fue alegría y euforia, todos se subieron al carro de los festejos (personales, claro) y a una fiesta de la que nadie se quiso bajar. Nada menos que en el evento deportivo más importante del mundo, donde como es natural, hubo una mayoría que fueron de colados…




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